Éxito de las I Jornadas de Discapacidad Intelectual y Salud Mental celebradas en el Complejo Asistencial Benito Menni

Cerca de 300 profesionales tomaron parte en un interesante evento organizado el pasado 22 noviembre en el centro de Ciempozuelos bajo el título “Navegando en la complejidad”.

Óscar presenta trastorno límite de la personalidad (TLP) y durante más de seis años el contacto con las drogas le sumió en una situación vital insostenible. “Vivía en la calle y lo he pasado muy, muy mal, hasta que llegué al Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos y me han abierto los ojos”. Lleva menos de un año en el Centro San Juan de Dios (CSJD) y está muy cerca de volver a casa. Durante este tiempo ha encontrado en la música una vía de escape. “Cantar me alivia el alma”, asegura con una sonrisa. Y gracias al apoyo de los profesionales compone letras a ritmo de rap que le motivan y le hacen superarse cada día.

La historia de Cristina es diferente. Ella tiene discapacidad intelectual y desde que está en el Complejo Asistencial Benito Menni (CABM) se encuentra mucho mejor. “Me siento apoyada y comprendida por los profesionales, quienes me ayudan a lograr mis objetivos de recuperación y así poder llevar una vida lo más autónoma posible”, comenta.

Estas fueron algunas de las historias que se pudieron escuchar en las I Jornadas de Discapacidad Intelectual y Salud Mental, organizadas conjuntamente por el Complejo Asistencial Benito Menni, de las Hermanas Hospitalarias, y el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos, en Madrid.

La inauguración corrió a cargo de Alejandra Serrano, directora general de Atención a Personas con Discapacidad de la Viceconsejería de Familia, Juventud y Políticas Sociales, y Mercedes Navío, gerente asistencial de Hospitales y Coordinadora de la Oficina Regional de Coordinación de Salud Mental y Adicciones. La primera destacó la puesta en marcha de la Red Pública de Atención a Personas con Enfermedad Grave y Duradera, dotada con más de 1.500 profesionales, mientras que Mercedes Navío destacó el hecho de que “somos los profesionales, las instituciones y todos nosotros, los que nos tenemos que poner al servicio del quehacer diario, no al contrario”.

El objetivo de las jornadas fue profundizar en la situación del tratamiento de la discapacidad intelectual y la salud mental, compartir las experiencias de los profesionales y debatir para mejorar en la asistencia de estas personas.

Eduardo Guevara, psicólogo del Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos y otro de los participantes en las Jornadas, cifró en 70.000 las personas con discapacidad intelectual y trastorno del espectro autista (TEA) que residen actualmente en la Comunidad de Madrid. “Consideramos clave que dichas personas sean debidamente diagnosticadas, se generen dispositivos adaptados para su adecuada atención y se les proporcionen los apoyos necesarios para poder disfrutar de una vida plena en comunidad”, aseguró Guevara.

Por su parte, Rebeca Barranquero, psicóloga de Coviviendas Avenida de América Grupo 5 (Madrid), presentó un modelo de atención innovador que presta servicios a personas mayores de edad con discapacidad intelectual, enfermedad mental y graves trastornos de conducta. Mientras, Alicia Ordoñez, educadora de la Unidad TEA del Centro de Arroyomolinos de las Hermanas Hospitalarias, centró su intervención en la importancia del término complejidad “muy conocida por todos nosotros, pero tal vez lo que no es tan conocido es el desglose de la misma: comunicación, orden, motivación, prevención, lucha, educar, juntos, imaginación, dedicación, amor y dignidad”.

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