Entradas

¿Qué son las terapias biológicas en traumatología?

,

Ácido hialurónico, células madre y PRP: pilares de la medicina regenerativa en traumatología

En el campo de la traumatología, las terapias biológicas están revolucionando el tratamiento de lesiones y enfermedades musculoesqueléticas. Estas terapias, como el ácido hialurónico, las células madre y el plasma rico en plaquetas (PRP), ofrecen opciones de tratamiento innovadoras y mínimamente invasivas.

Ácido hialurónico

El lubricante natural para las articulaciones

El ácido hialurónico es un componente natural del líquido sinovial que lubrica las articulaciones.

Su uso terapéutico, especialmente en casos de osteoartritis, ayuda a reducir el dolor y mejorar la movilidad articular.

Células madre

Potencial de regeneración

Las células madre tienen el potencial de convertirse en diferentes tipos de células del cuerpo, lo que las hace valiosas en la regeneración de tejidos dañados.

En traumatología, pueden promover la curación de huesos, músculos, tendones y ligamentos.

Plasma rico en plaquetas (PRP): acelerando la curación natural

El PRP, obtenido de la sangre del paciente, es rico en plaquetas, esenciales para la curación de heridas.

Al inyectarlo en áreas lesionadas, estimula la curación natural del cuerpo.

Para profundizar en las terapias biológicas en traumatología, presentamos un video del Dr. Alex Dos Santos, reconocido especialista, explicando su impacto y beneficios.

Las terapias biológicas representan un enfoque más personalizado y regenerativo en el tratamiento de lesiones y enfermedades musculoesqueléticas, ofreciendo alternativas menos invasivas con potencial de mejores resultados.

Revolución en el tratamiento del dolor crónico gracias a la utilización de células madre

,

El Diario La Razón, en su suplemento A Tu Salud se ha hecho eco de las explicaciones del Dr. Ernesto Delgado, jefe de la Unidad de Dolor Intervencionista del Hospital La Milagrosa quien indica que este nuevo procedimiento está dando resultados excelentes en pacientes en los que se ha descartado una solución quirúrgica o para el tratamiento de un tejido previamente dañado.

Para acceder al artículo completo de La Razón, pinche aquí