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La incidencia de la neumonía

A partir del final de la pandemia de covid-19 y la paulatina retirada de la mascarilla, a la que nos habíamos visto obligados para evitar los contagios por coronavirus, los neumólogos comenzaron a detectar un incremento en los episodios de infecciones respiratorias; aunque también hay que decir que en estas fechas invernales en las que nos hallamos son más frecuentes que en otras épocas del año.

Entre ellas está la neumonía, cuya incidencia en España, según recuerda la Dra. Belén López-Muñiz Ballesteros, jefa del Servicio de Neumología y Broncoscopia del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, se estima entre 2 y 10 casos por cada 1.000 habitantes, si bien estamos ante cifras que han ido aumentando en los últimos tiempos. “La neumonía es una infección a nivel pulmonar, que puede afectar a uno o a ambos pulmones, cuyos síntomas más característicos son fiebre, tos con expectoración purulenta y dolor en uno de los costados, principalmente al respirar”, explica la especialista.

Según advierte, las personas con más riesgo de padecerla son aquellas que se sitúan en las edades extremas de la vida, principalmente los ancianos, aunque también están los fumadores y los que asocien patologías respiratorias crónicas o estén recibiendo tratamientos que puedan bajar sus defensas.

Diagnóstico y tratamiento

Antes de definir su tratamiento, es preciso establecer un diagnóstico diferencial con otras infecciones respiratorias. En el caso de la neumonía, la medicación a emplear son los antibióticos, cuyos ciclos suelen ser de unos siete días en función de su gravedad.

“Es recomendable hacerse una radiografía un mes después de haber finalizado el tratamiento para confirmar su completa resolución. A veces, sin embargo, se hace preciso el ingreso hospitalario, que será prescrito cuando el paciente presente algún dato de gravedad, como que se

encuentra en situación de insuficiencia respiratoria, que la infección afecte a varios lados del pulmón o que asocie alguna enfermedad grave”, abunda la Dra. López-Muñiz Ballesteros.

La principal complicación que pudiera presentarse es la insuficiencia respiratoria, que se tratará con oxígeno durante el ingreso. Ocasionalmente dejaría alguna pequeña cicatriz a nivel pulmonar, que no tiene por qué dar clínica al paciente, y, en casos muy graves, puede ocasionar ingresos en la UCI.

Concluye la neumóloga recordando que la neumonía puede estar provocada por múltiples gérmenes para los que no existe forma de prevenir el contagio: “La única y mejor forma de intentar evitarla sería vacunarse de aquellos gérmenes para los que sí tenemos vacunas, como el neumococo, microrganismo que más frecuentemente produce neumonía en la edad adulta, en aquellos pacientes para los que esté indicado, así como de la gripe y del covid”.

‘Limpiar’ las arterias

Nuestro estilo de vida, poco saludable, contribuye a que cada vez sean más las personas que padezcan arterioesclerosis, una enfermedad que se produce cuando las arterias se obstruyen, con los riesgos que ello conlleva para la salud. Además, por desgracia, no hay medios naturales para ‘limpiarlas’.

«La causa de la arteriosclerosis no se conoce. Sabemos que hay factores de riesgo que la condicionan o facilitan, pero hay personas que no tienen estos factores de riesgo y desarrollan la enfermedad; y viceversa, hay pacientes que tienen factores de riesgo y no la desarrollan», asegura el doctor Antonio Álvarez-Vieitez, jefe de Cardiología del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario.

Según explica este prestigioso cardiólogo, en las paredes de las arterias se va depositando LDL colesterol (conocido como ‘colesterol malo’), como consecuencia de un exceso de este colesterol y por factores inflamatorios del endotelio (citoquinas), que se encuentran sobre todo en la grasa abdominal, como consecuencia de la hipertensión, del consumo de tabaco, o bien de un aumento de glucosa en sangre. «Estos son los factores predisponentes para que se forme la placa de ateroma, que da lugar a la arteriosclerosis», abunda.

Aclara también el Dr. Álvarez-Vieitez que aunque es cierto que hay factores determinantes que no se pueden modificar (herencia genética, edad, sexo masculino), existen otros que podemos cambiar y, así, contribuir a la bajada del colesterol: control de la presión arterial, vigilancia del metabolismo hidrocarbonado (diabetes) y abandono del consumo de tabaco.

«También es importante evitar el sedentarismo y hacer ejercicio, aunque sea moderado (5 horas de paseo a la semana serían suficientes), aparte de evitar la obesidad, no ingiriendo grasas animales, ni tampoco las grasas saturadas y trans, además de combatiendo el estrés, procurando dormir ocho horas diarias», aconseja.

No existen alimentos depurativos

A pesar del bombardeo publicitario, que asegura que el consumo de ciertos alimentos depurativos contribuye a la ‘limpieza’ de las arterias, no existe ninguna evidencia científica al respecto. Afirma el Dr. Álvarez-Vieitez que sí es importante incorporar a nuestra alimentación diaria los ácidos grasos insaturados, procedentes fundamentalmente de los pescados azules, los frutos secos, las verduras y las frutas, que son buenas en la alimentación. «No existen evidencias que demuestren que los suplementos de Omega3 sirvan para prevenir la arteriosclerosis, pero sí es bueno consumir los alimentos que lo contienen», puntualiza.

Y concluye con rotundidad asegurando que lo que sí está claramente demostrado es que la progresión y la historia natural de la evolución de la arterioesclerosis se pueden cambiar con un tratamiento farmacológico agresivo para bajar el colesterol, abordando la obesidad, así como el control de la hipertensión y de la diabetes.

El Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario pone en marcha el Centro Internacional de Cirugía de Columna (CICCO)

Está dirigido por el Dr. Rafael González Díaz y sitúa al Hospital como centro de referencia en este campo en la sanidad privada madrileña

Los problemas de salud requieren, para una satisfactoria solución, de equipos médicos experimentados y, cada vez más, de la aportación de los últimos avances tecnológicos. Ambas circunstancias concurren en el Centro Internacional de Cirugía de Columna (CICCO) que, bajo la dirección del Dr. Rafael González Díaz, reconocido cirujano avalado por su larga trayectoria y experiencia de más de 20 años en el tratamiento quirúrgico de pacientes adultos y pediátricos con patologías de columna, ha puesto en marcha el Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario.

Acompaña al Dr. González Díaz en esta aventura un equipo experto, integrado por los doctores Javier Ortega García, Rosa María Egea-Gámez y Alfonso González-Menocal.

El CICCO brinda una atención personalizada y de calidad y el uso de la tecnología más avanzada a cargo de un equipo experimentado en cirugía mínimamente invasiva, percutánea, endoscópica o reconstructiva, para el abordaje de las más diversas dolencias de columna: deformidad, escoliosis, hipercifosis, espondilolistesis, espondilolisis, hernia discal cervical y lumbar, estenosis de canal, infección de raquis, fracturas o tumores.

Al mismo tiempo, ofrece a los pacientes la posibilidad de contar con la opinión de prestigiosos cirujanos de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica que colaboran con el CICCO.

El CICCO sobresale igualmente por disponer de los últimos adelantos tecnológicos para el tratamiento de las enfermedades de columna. Desde las aportaciones robóticas hasta el novedoso Sistema de Navegación quirúrgica FLASH, con tecnología 7D, que proporciona una mayor precisión y seguridad, al permitir al cirujano visualizar la anatomía del paciente en 3D y observar el lugar exacto para la colocación de los instrumentos quirúrgicos. Además de simplificar el procedimiento, reduce los riesgos y también el tiempo de intervención y la recuperación posterior.

El CICCO convertirá al Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario en centro de referencia en Cirugía de Columna, como ya lo es en otros ámbitos de la salud gracias a otras unidades o centros adscritos como el Instituto de Neurociencias Avanzadas de Madrid (INEAMAD), el Instituto Madrileño de Ciencias del Aparato Digestivo (IMCAD) o el Centro de Prevención Cardiaca MyoStrain, entre otros.

1 de cada 4 personas mayores de 65 años se cae al menos 1 vez al año y el 50% vuelve a caerse

La Unidad de Sordera y Vértigo del Dr. Antonio Denia Lafuente ha diseñado un programa de prevención de caídas que alerta y trabaja directamente con el paciente

Una de cada cuatro personas mayor de 65 años se cae al menos una vez al año, el 50 % vuelven a caerse, cuando  y muchas de estas caídas podrían prevenirse. Debido a esta alta incidencia de caídas, que en algunos casos conllevan un gran riesgo de deterioro de la calidad de vida y complicaciones/secuelas posteriores severas e incluso peligrosas (según la OMS, un 20-30% de las personas mayores que se caen sufre contusiones, fracturas de cadera y/o traumatismos craneoencefálicos), la Unidad de Sordera y Vértigo del Dr. Antonio Denia Lafuente, del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, ha diseñado un nuevo programa de prevención de caídas que alerta y trabaja directamente con el paciente.

“El sistema vestibular del oído interno contribuye de manera muy importante al control del equilibrio. Sus alteraciones aumentan progresivamente con la edad, siendo muy frecuentes en personas mayores e incrementando la probabilidad de caídas y mucho más si estas personas padecen mareos”, asegura el Dr. Denia Lafuente. Según datos del Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos  (NIH), el 35,4% de los estadounidenses de más de 40 años tienen  disfunción  vestibular.

El programa de prevención de caídas, que incluye estudio otoneurológico orientado a estos casos, sesiones de entrenamiento, ejercicios de mantenimiento en domicilio y revisiones,  se basa en una experiencia de muchos años que ha demostrado la importancia de efectuar diferentes tipos de ejercicios específicos para personas mayores, ya que cada uno beneficia de diferente manera y en conjunto aumentan su efectividad, mejorando la marcha y el equilibrio tal y como recomienda la OMS.

“Ejercitamos la habilidad de balancearnos, de movilizar debidamente nuestras extremidades, tobillos, caderas, de dar pasos o de realizar movimientos reactivos (por ejemplo, dar ese traspiés que evita que nos vayamos al suelo, poder llegar a agarrarnos o apoyarnos en algún lado, etc.), para desarrollar y mantener estrategias de equilibrio que, junto a los protocolos de entrenamiento de la función vestibular  ayudan a prevenir y/o reducir en lo posible las caídas”, detalla el Dr. Denia Lafuente.

Tampoco debemos olvidar que la pérdida de audición que tiene lugar en el 30% de personas mayores  de 65 años contribuye a  la alteración en la capacidad de orientación con respecto al entorno, pudiendo aumentar el riesgo de caídas.

Test de riesgo de caídas

Además de los estudios, un cuestionario con  preguntas sencillas como ¿tiene miedo a caerse?, ¿se ha caído en los últimos seis meses?, ¿tropieza con frecuencia?, ¿se siente a veces mareado o aturdido?, ¿le cuesta sentarse o levantarse?, ¿camina con pasos cortos y lentos? o ¿se marea al tumbarse/levantarse y/o cambiar de posición en la cama?, entre otras muchas, ayudarán a valorar si existe riesgo de caerse.

“Desde hace tiempo venimos realizando la detección precoz de problemas del sistema vestibular de forma objetiva y precisa que nos permite, además de diagnosticarlos y tratarlos, valorar el riesgo de caídas, incluyendo a los pacientes que así lo requieran en nuestro programa de prevención de caídas”, concluye el Dr. Denia Lafuente.

La Cirugía Plástica ante el cáncer mama

Según la Sociedad Española de Oncología Médica, durante 2023 se diagnosticarán en España 35.001 nuevos casos de cáncer de mama, lo que lo convierte en el tipo de tumor más frecuente entre las mujeres en nuestro país por delante de los cánceres colorrectal, de pulmón, útero, tiroides y páncreas. De hecho, en torno al 30% de los cánceres diagnosticados en mujeres se originan en la mama. Datos que adquieren mayor relevancia cada 19 de octubre, en que se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, que contribuye a concienciar sobre el tumor más diagnosticado en el mundo.

La Dra. Carmen Iglesias, jefa del Servicio de Cirugía Plástica y Medicina Estética del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, destaca la contribución de los cirujanos plásticos al bienestar personal, familiar y social de las pacientes que se enfrentan al cáncer de mama. Según comenta, cuando una persona tiene que hacer frente a este tipo de tumor también lo hace al miedo que origina la enfermedad, así como el temor al proceso en el que se halla inmersa. Pero, al mismo tiempo, debe afrontar otras cuestiones:

  • La alteración de la imagen corporal después de la extirpación del tumor o de toda la mama.
  • Las molestias derivadas de las cicatrices.
  • Las deformidades temporales y definitivas.
  • Las consecuencias de los tratamientos médicos en el contorno corporal, el pelo, la vida de pareja, etc.

 

Bienestar personal

Sin duda, abunda la especialista, la seguridad oncológica es lo principal, pero también lo es abordar el proceso desde otra perspectiva más enfocada al bienestar personal, familiar y social, para el que las unidades de Cirugía Plástica colaboran de manera activa y holística. “Participamos en el proceso asistencial oncológico directo, en la reconstrucción de la mama o de los defectos de las resecciones parciales de la misma y también podemos ayudar a prevenir el linfedema o a tratarlo cuando aparece”, detalla, al tiempo que añade que igualmente “ayudamos a hacer sentir mejor a nuestras pacientes que, tras el tratamiento oncológico, el estrés y las medicaciones, han de afrontar secuelas involutivas faciales y corporales”.

Los objetivos de la Cirugía Plástica en el caso de las pacientes con cáncer de mama son, en opinión de la Dra. Iglesias:

1.-Mejorar la imagen corporal

2.-Mejorar la autoestima

3.-Potenciar el ánimo y la calidad de vida

 

Diversidad de técnicas y tratamientos

A los tradicionales tratamientos quirúrgicos, se añaden otros nuevos, también quirúrgicos, pero menos invasivos.

Las técnicas de reconstrucción de mama, tanto con prótesis como con tejido de la propia paciente, permiten realizar la más adecuada al defecto, a los tratamientos adyuvantes y a las características de la paciente y de la mama contralateral. “Además, podemos efectuar una reconstrucción total del sistema linfático, en el caso de las mujeres a las que se ha extirpado uno o varios ganglios axilares, para disminuir el riesgo de linfedema secundario”, detalla la Dra. Iglesias.

El cuidado de las cicatrices, el tratamiento de las mismas  y de las secuelas de la radioterapia se acomete a través de procedimientos médicos (infiltraciones, parches, botox) y quirúrgicos (lipofilling, resecciones, reconstrucciones).

El aspecto envejecido de la piel se reduce con limpiezas poco agresivas durante el tratamiento quimioterápico y más agresivas después, con el empleo de láser, radiofrecuencia o luz pulsada que dan brillo y luminosidad a la piel.

La sequedad vaginal y la atrofia de la mucosa mejoran con las infiltraciones de ácido hialurónico y el láser.

La cara cansada y la pérdida de la tonicidad de la piel se resuelven mediante láser y peelings, así como con resecciones cutáneas y con reposicionamiento muscular a través de blefaroplastias y lifting facial o cervical, o bien con nuevas técnicas, como el Bodytite o el Facetite, menos invasivas.

El contorno corporal también puede verse comprometido, bien por la aparición de zonas de flacidez, bien por la ganancia ponderal que implican los tratamientos médicos. “La estimulación para mejorar la calidad de vida mediante el autocuidado con ejercicio y dieta y las técnicas no invasivas de ultrasonidos y radiofrecuencia ayudan a combatir esas secuelas. Del mismo modo, la cirugía del contorno corporal, que incluye liposucciones, braquioplastias o cruroplastias, abdominoplastias o mastopexias, mejora la imagen corporal de las pacientes”, concluye la especialista.

¿Existe la caída de pelo estacional? El Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario responde

La caída del pelo es algo normal que forma parte del ciclo folicular y que se ve compensada por el nacimiento de otro centenar de pelos de tal forma que nuestro cabello se va renovando. Según detalla la Dra. Irene Pinilla, especialista en Tricología del Servicio de Cirugía Plástica y Medicina Estética del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, el ciclo folicular consta de tres fases: anagen o crecimiento (dura unos 2-6 años), catagen o transición (2-3 semanas de duración) y telogen o caída (durante 2-4 meses).

¿Existe la caída de pelo estacional o es un mito? Según aclara la experta, “el efluvio telógeno estacional o caída de pelo estacional existe, pero, curiosamente, en un estudio que se realizó en mujeres sanas se observó que existían dos picos de aumento de caída de pelo a lo largo del año y fueron en abril y en agosto. No obstante, la fase telógena dura de 2 a 4 meses y puede que en el verano nos pase más desapercibida y la notemos más en el otoño, ya que persiste esa fase del ciclo folicular”.

El efluvio telógeno agudo suele incrementarse por procesos que desencadenen estrés, tras el parto, por déficit de vitaminas en la dieta, por infecciones, por cirugías, etc. Todo esto interrumpe el crecimiento folicular, pero hasta que la fase de caída se hace evidente pasan de 2 a 4 meses. “Durante las vacaciones de verano estamos fuera del estrés laboral, pero si no hemos seguido los consejos previos al verano puede que sí hayamos sometido nuestro cabello a un pequeño estrés que genere posteriormente, durante el otoño, un aumento en la caída del pelo”, abunda la Dra. Pinilla, que recuerda que la exposición solar daña tanto la piel como el pelo y favorece su envejecimiento: “Una quemadura solar del cuero cabelludo supone un estrés para la raíz del pelo y empeora el efluvio telógeno estacional”. 

 

Proceso fisiológico normal, más frecuente en mujeres

La caída de pelo es algo fisiológico, normal, de unos 100-150 cabellos al día y, en función del color y del grosor del cabello, puede ser más o menos llamativa para el paciente.

“No debemos preocuparnos en exceso por el efluvio telógeno agudo, ya que es un proceso que remite, es pasajero, forma parte del ciclo folicular normal y suele ser más frecuente en las mujeres.  Debemos consultar con los especialistas en Tricología en el caso de observar que se prolongue más de seis semanas o notemos que es mayor de lo que se percibió en años previos, haya pérdida de densidad o placas de alopecia marcadas (zonas de cuero cabelludo sin pelo), ya que en esos casos será necesario realizar un diagnóstico correcto de la situación y pautar el tratamiento adecuado”, tranquiliza la médica estética.

Una de las técnicas que se sigue en consulta para diagnosticar un efluvio telógeno crónico es recomendar a los pacientes que cuenten los pelos que se caen a lo largo del día y que coloquen una gasa en el desagüe de la ducha, para que, de esta manera y tras  lavarse el pelo después de siete días seguidos, traten de contabilizar el número de pelos obtenidos. Así se podrá hacer una media y conocer cuántos pelos caen al día, siempre teniendo en cuenta que tras peinar el pelo largo también se rompen algunos.

 

Cuidado con ciertos remedios caseros

¿Funcionan la mascarilla de café casera y el champú de cebolla para evitar la caída del pelo? La Dra. Pinilla insiste en que únicamente se debe tener en cuenta la opinión de expertos y no dejarse llevar, ante la desesperación, por comentarios leídos en las redes sociales de personas sin conocimientos ni experiencia, con tratamientos con los que no vamos a obtener ningún beneficio o, por lo menos, las expectativas ansiadas. “Por ahora no hay evidencia científica que respalde la mascarilla de café casera o el champú de cebolla para estimular la actividad del folículo piloso. La estructura de la fibra capilar está queratinizada, sin ningún tipo de metabolismo celular, y, por tanto, no va a poder asimilar y nutrirse para beneficiarse de la cafeína del café o de los efectos de la cebolla. De la misma manera, tampoco se encontraría el resultado esperado aunque se aumentase el tiempo de exposición”, concluye.

¿Qué protector solar debemos elegir?

La Dra. Irene Pinilla, del Servicio de Cirugía Plástica y Medicina Estética del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, asegura que los filtros serán más efectivos si los complementamos con antioxidantes orales, tópicos, reparadores del ADN

Ahora que estamos en pleno verano y que muchas personas están pensando en las vacaciones, seguramente se pregunten, entre otras cuestiones: ¿qué tipo de protector solar deben elegir para ellos y para sus hijos?, ¿qué hay detrás del etiquetado de los fotoprotectores?, ¿existe protección solar en complementos orales? La Dra. Irene Pinilla García, del Servicio de Cirugía Plástica y Medicina Estética del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, apunta que, además de las muchas recomendaciones que ya conocemos para protegernos de los rayos solares, resulta fundamental elegir un buen filtro que impida que el sol dañe nuestra piel.

La especialista aclara que los filtros solares pueden ser físicos (óxido de zinc, mica, talco…), químicos y organominerales (químicos pero insolubles).

Los físicos, que crean una barrera donde se refleja la radiación y evitan que penetre en la piel, tienen una textura espesa, blanquean más la piel y resultan más pegajosos, pero irritan menos y provocan menos alergias. Por tanto, comenta la Dra. Pinilla, “son los más aconsejados para los niños y las pieles más sensibles”.  Los químicos, por su parte, actúan frente a los UVA, UVB o ambos, transformando la radiación que llega a la piel en calor. “Están recomendados a partir de los 3 años de edad”, abunda. Por su parte, Los organominerales son una mezcla de ambos y actúan absorbiendo y transformando la radiación y también reflejándola. “Son mejores también para las personas alérgicas y, tras su aplicación, actúan antes que los químicos”, destaca la experta.

Envejecimiento cutáneo

La especialista aclara que si bien es cierto que la luz que emiten las tabletas, los móviles, los ordenadores, las bombillas, la televisión, etc., no están implicadas en el cáncer de piel, sí contribuyen al envejecimiento cutáneo y provocan alteraciones de la pigmentación. En este caso, la recomendación es usar, por ejemplo, el óxido de hierro, presente en protectores como polvos de maquillaje. Lo mismo ocurre con los rayos infrarrojos en sus efectos sobre el envejecimiento cutáneo. “Mi consejo, entonces, es recurrir al uso de betacarotenos, vitamina C, extracto de semilla de uva, presentes en la adecuada dermocosmética o protección oral”, apunta la Dra. Pinilla, que asegura que el 45% de la radiación solar es de tipo infrarroja, la principal causante de que sinteticemos vitaminas en nuestro organismo, como la D. Sin embargo, advierte, “la sobreexposición a estos rayos puede causar a largo plazo un aumento de la posibilidad de desarrollar un cáncer de piel”.

Influencia de la alimentación

La alimentación en verano debe ir encaminada a reforzar la ingesta de frutas, verduras y alimentos ricos en vitaminas A, B y E. De hecho, comenta la médica estética, “la protección solar será más efectiva si nos servimos, como complemento a los filtros solares, antioxidantes orales, tópicos, reparadores del ADN”. Y aunque ya estamos en periodo estival, su recomendación es que los complementos orales se incluyan en nuestra dieta durante los meses previos al verano para ir preparando la piel frente a los peligros de la radiación más intensa de esa época.

Consejos tradicionales

Por último, la Dra. Pinilla insiste en que tampoco hay que olvidarse de los consejos tradicionales:

  • Buscar la sombra en la playa bajo la sombrilla.
  • Utilizar gorra y gafas de sol.
  • Evitar las horas de mayor exposición solar.
  • Aumentar la ingesta de líquidos.
  • Mantener la piel hidratada y sana.

Carmen Iglesias Urraca: «El 11% de la población femenina presenta lipedema»

La doctora Carmen Iglesias explica qué es el lipidema y cómo hacer frente a esta enfermedad que padece el 11 % de la población femenina

¿Tienes dolor y pesadez de piernas? ¿Te duele cuando te las tocan? ¿Adelgazas y esa grasa no se pierde? Esos son los signos típicos de una patología que se conoce como lipedema. “Se trata de un trastorno de un tipo de grasa especial, porque se inflama. Lo padece el 11% de la población femenina. Aparece en la pubertad o, en algunos casos, asociado a cambios hormonales como el embarazo, la menopausia o el estrés”, comenta la Dra. Carmen Iglesias Urraca, responsable del Servicio de Cirugía Plástica y Medicina Estética del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario.

Además de ese dolor o de la pesadez de piernas, los síntomas principales son dolor a la palpación y una deformidad bilateral y simétrica que respeta los pies, lo que confiere una forma muy especial a las piernas. Además, es característico que, al adelgazar, la grasa de cintura para abajo no se pierda. “Esta circunstancia genera ansiedad, depresión y frustración”, subraya la Dra. Iglesias, una de las autoridades más reconocidas en el tratamiento del lipedema a escala mundial, quien apunta también que “algunas mujeres asocian patología funcional digestiva, y algún trastorno endocrinológico”.

 

Estudio individualizado y liposucción como única solución

La cirujana señala que es sumamente importante el estudio individualizado e integral de cada una de las pacientes por todos los especialistas involucrados en el lipedema: cirujano vascular, endocrinólogo, especialista en nutrición, especialista en digestivo, psicólogo, psiquiatra.

Generar hábitos de vida saludables con una dieta adecuada, practicar ejercicio físico intensivo, usar medias de compresión adecuadas y someterse a tratamientos de fisioterapia pueden conseguir disminuir el dolor y la pesadez con el fin de recuperar la actividad física.

No obstante, puntualiza la Dra. Iglesias, “las liposucciones son la única solución para poder recuperar la forma perdida”. Además, el 99% de las pacientes mejora la clínica tras someterse a este procedimiento, pudiendo, en algunos casos, abandonar el uso de las medias por ausencia completa del dolor. “Los resultados tanto funcionales como estéticos se pueden mantener en el tiempo a expensas de que no exista un incremento ponderal. Y, en ese caso, la forma tras la liposucción se mantiene”, revela la especialista.

Por último, recuerda que la cirugía es segura cuando se lleva a cabo en un entorno hospitalario y por especialistas en cirugía plástica. Consiste en una liposucción 360 grados de piernas, muslos y caderas. “La principal complicación es la flacidez secundaria a una falta de retracción cutánea y la hiperpigmentación de algunas zonas” advierte la Dra. Iglesias, que resalta que “complicaciones como la anemia, la trombosis o la infección deben prevenirse desde antes de la cirugía. Los cuidados postoperatorios reducirán el riesgo de seromas y conseguirán una rápida absorción de los hematomas”.

El 75% de la población puede llegar a sufrir la patología de la articulación temporomandibular

La articulación temporomandibular (ATM) es la articulación móvil que une la mandíbula con el cráneo, entre ambas estructuras se interpone el menisco articular. La ATM constituye, como apunta la Dra. Gui-Youn Cho Lee, cirujana oral y maxilofacial del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario; una estructura compleja, fundamental en la masticación, el habla, la deglución y la expresividad facial, lo que la convierte en indispensable para las necesidades básicas de alimentación, pero también para las actividades y las relaciones sociales. “Es la única articulación del cuerpo humano que ha de funcionar sinérgica y simultáneamente en los dos lados”, asegura la especialista.

La patología de la ATM es un problema frecuente que puede llegar a afectar al 75% de la población en algún momento de la vida, al presentar algún signo derivado de la disfunción de ATM, como dolor delante del oído, chasquido y limitación para abrir la boca con normalidad. Sus causas más frecuentes son las alteraciones de la posición del menisco de la articulación y la artrosis.

 

Tratamiento escalonado

La Dra. Cho Lee afirma que el tratamiento debe ser escalonado, comenzando por medidas sencillas como una dieta blanda y evitar las aperturas forzadas de la boca. “La dieta blanda previene la sobrecarga de la ATM y disminuye la actividad muscular de los músculos de la masticación. El paciente debe acostumbrarse a cortar la comida en trozos pequeños y abstenerse de masticar chicles, alimentos duros o crujientes”, comenta. Por lo que respecta a los medicamentos, la recomendación general es que se haga la prescripción a intervalos regulares durante un periodo específico de tiempo. “Los fármacos empleados con más frecuencia son los analgésicos, antiinflamatorios, ansiolíticos, antidepresivos y relajantes musculares. Las técnicas de reducción del estrés también son de gran ayuda”, continúa la cirujana maxilofacial y oral.

 

Cirugía mínimamente invasiva: artrocentesis y artroscopia

Cuando el tratamiento conservador no es eficaz y el paciente asocia alteraciones de la posición del menisco articular, el tratamiento incluye procedimientos de cirugía mínimamente invasiva de la ATM, como la artrocentesis y la artroscopia.

“La artrocentesis se define como un lavado articular. Consiste en entrar en la articulación mediante una punción, lavado con un fluido y manipulación manual de la misma. Se finaliza con la infiltración de sustancias como el ácido hialurónico y anestésicos locales”, detalla la Dra. Cho Lee, que añade que se trata de un procedimiento simple y no invasivo, que se suele realizar bajo anestesia local o anestesia local y sedación.  “Los objetivos de este procedimiento son eliminar la inflamación articular y el dolor, así como mejorar la movilidad del menisco articular”, abunda.

Por su parte, la artroscopia se efectúa mediante la colocación de una pequeña cánula en el espacio articular, seguido de la inserción de un artroscopio que permite la visualización directa de todas las superficies articulares. Para la realización de cualquier maniobra terapéutica se necesita la introducción de una segunda cánula en la articulación. De este modo, se realizarían las siguientes técnicas:

  • Lavado y manipulación.
  • Técnicas de reposicionamiento del menisco articular.
  • Introducción de sustancias intraarticulares.
  • Remodelación o modificación de superficies articulares.
  • Eliminación de adherencias y tejido inflamatorio.

 

“La movilización articular precoz tras la cirugía de cualquier articulación es fundamental para lograr buenos resultados”, concluye la Dra. Cho Lee.