Entre el 1% y el 5% de los jóvenes hace un mal uso de internet, conducta que puede derivar en un grave trastorno psicológico
Esta es una de las principales conclusiones extraídas del Foro de debate «Nuevas adicciones, el lado oscuro de la tecnología» que tuvo lugar el pasado mes de junio en Madrid donde participaron expertos en la materia.
Según los ponentes Enrique Echeburúa, catedrático de Psicología Clínica en la Facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco; Luis Carbonel, presidente de CONCAPA (Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos) y Guillermo Cánovas, presidente y fundador de la organización de protección del menor PROTEGELES, las principales conclusiones extraídas de este encuentro son:
- Las adicciones a las nuevas tecnologías repercuten especialmente en los sectores más jóvenes de la población al ser más vulnerables que los adultos y tener, por lo general, una mayor exposición.
- Entre el 1% y el 5% de los jóvenes hace un mal uso de internet, conducta que puede derivar en un grave trastorno psicológico.
- El perfil de estos jóvenes suele hacer referencia a personas impulsivas en busca de emociones fuertes, con baja autoestima y procedentes de entornos desestructurados.
- Es muy frecuente que los adictos a las nuevas tecnologías hayan desarrollado, anteriormente, otro tipo de adicciones (drogas, alcohol…)
Algunos de los síntomas más habituales son: aislamiento social y pérdida de contacto con el entorno más cercano, cambio brusco de conducta, abandono de aficiones y pérdida de sueño.
Según ésto los expertos recomiendas algunas pautas a seguir para prevenir este tipo de situaciones y trastornos:
- Recibir una buena educación familiar: normalizar la tecnología e integrarla en acciones cotidianas como el estudio (desvincular el concepto de tecnología únicamente con tiempo de ocio).
- Enseñar desde una edad muy temprana a distinguir entre lo público, lo privado y lo íntimo.
- Controlar y limitar el tiempo de exposición.
Las claves para un adecuado tratamiento son: hacer que la persona adicta sea consciente de que tiene un problema y ponerse en manos de especialistas.