El Hospital Beata María Ana cumple 125 años

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El Hospital Beata María Ana, perteneciente a Hospitales Católicos de Madrid, ha cumplido 125 años, un tiempo en el que ha pasado de asilo para niñas a Hospital de Alta Tecnología. A lo largo de los últimos 12 meses, el centro ha organizado distintos actos en los que ha rememorado la contribución que el centro y los profesionales que forman y han formado parte de él han realizado a la sanidad y a la salud de los madrileños. Actualmente, el hospital es un centro moderno, totalmente renovado y uno de los hospitales españoles mejor equipados desde el punto de vista tecnológico: cuenta con el acelerador lineal más avanzado de nuestro país, un TAC de alta definición con imagen espectral,  y los modernos equipos de resonancia magnética; todo ello reflejo de los valores hospitalarios de la congregación a la que pertenece, que persiguen ofrecer la mejor atención y los mejores recursos al servicio de los pacientes, aunando ciencia y caridad.

El germen del actual Hospital Beata María Ana fue una casa de acogida y educación de niñas huérfanas y sin recursos fundada el 5 de marzo de 1888 por San Benito Meni en la calle Huertas, que se trasladaría sucesivamente a la calle Atocha y Santa María de la Cabeza, en busca de mejores instalaciones, antes de asentarse en su ubicación actual, unos terrenos en la calle Doctor Esquerdo en 1925.

El edificio incorporó los nuevos conceptos europeos de la arquitectura hospitalaria, con pabellones, grandes ventanales, terrazas y jardines, con el ánimo de prestar la mejor asistencia a las niñas que acogían. Ya entonces, el Hospital fue pionero en la incorporación de un servicio de rehabilitación que contaba con gimnasio y en los años 30 una piscina interior para tratar a las niñas afectadas de enfermedades óseas. Hoy este servicio sigue siendo un referente en la sanidad madrileña.

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Poco a poco, el centro también fue incorporando algunas especialidades médicas para poder atender los problemas de salud de las niñas ingresadas, algunas de las cuales siguen residiendo en el centro. Y en 1930 abrió un dispensario médico gratuito con diversas especialidades: medicina interna, pediatría, cirugía general, traumatología, oftalmología, otorrinolanringología, endocrinología, reumatología y dermatología. Con la Guerra Civil, el edificio quedó devastado y tuvo que ser reconstruido antes de que pudiera volver a desempeñar su labor.

En aquella época fue pionero en la incorporación de escuelas de formación para las niñas ingresadas y para la formación de profesionales en los años 50. Estas últimas se convirtieron en referente en la formación de profesionales dentro del ámbito sanitario: la Escuela Oficial de Ayudantes Técnicos Sanitarios –con sus especialidades de Psiquiatría y Fisioterapia- y la Escuela de Asistentes Sociales.

El cambio a Hospital

En los años 70 se produjo el cambio de casa de acogida que prestaba atención médica a hospital general, con un plan director que dotó al centro de todos los servicios necesarios –entre ellos una de las primeras UCI- y modernizó el gimnasio, dotándolo con la última tecnología disponible en aquel momento e importando modernas terapias europeas.

Hoy

Poco a poco fue incorporando nuevas especialidades a su cartera de servicios y, finalmente, en el año 2000 se aprobó un nuevo plan director que ha convertido el centro en un Hospital moderno, equipado con tecnología de vanguardia, que ofrece una amplia cartera de servicios, además de la atención a las especialidades y servicios que completan la atención que la sociedad no puede prestar a determinadas patologías, como su Unidad de Cuidados Paliativos, Neurorrehabilitación y la atención sanitaria a personas mayores.

El Hospital Beata María Ana cuenta actualmente 27.000m2 dedicados a prestar atención médica, con Urgencias 24h, más de 150 habitaciones, 7 quirófanos, Hospital de día quirúrgico y de Oncología, UCI, Consultas Externas, Laboratorio y un moderno servicio de diagnóstico por la imagen